Fastmail es tan rápido como su nombre lo dice.
En esta etapa de transición entre servicios, donde estoy abandonando completamente la suite de Proton, me puse a la tarea de ver cuál era el mejor servicio de correo pago en la actualidad. No quería volver a usar correo de Gmail o Outlook, porque en lo personal no me siento a gusto con estos servicios que te bombardean con publicidad de una forma u otra, y aparte usan tus datos para perfilarte. Yo estoy en contra de todo eso, y prefiero pagar para no tener publicidad, ni que usen mis datos sin consentimiento.
Revisé opciones como Tuta, Mailfence o Startmail, pero ninguna era lo que esperaba: un equilibrio entre diseño, funcionalidad, velocidad y buen precio. Viendo videos de reseñas en YouTube, me topé con una comparativa entre Fastmail, un proveedor de correo australiano; Proton Mail, el servicio que usaba; y Tuta, una de las opciones que no me había convencido.
Techlore es un canal de YouTube que sigo desde hace un buen tiempo, y justo no había visto este video antes. Cuando me puse a ver la comparativa en detalle, realmente me sentí identificado con lo que decía el YouTuber, pero aun así quise seguir revisando otros videos. Luego encontré otro video:
Con estos dos videos mis dudas se despejaron, así que decidí pasar a probar Fastmail, que, por suerte, ofrece una prueba gratuita de 30 días para explorar el producto en detalle sin tener que pagar. Lamentablemente, Fastmail no tiene planes gratuitos, por lo que después de terminar la prueba gratuita, sí o sí hay que pasar por la caja de pago.
Probando Fastmail
Video de Fastmail. Activa los subtítulos en español en el reproductor de video.
Acepto la prueba gratuita. Empiezo a configurar paso a paso el servicio, y todo es tan fácil y tan fluido, que no tuve ningún tipo de fricción en este proceso. No ahondaré en estos pasos, porque alargaría mucho esta publicación, pero basta con decir que es muy sencillo tener el correo listo en 5 a 10 minutos. Donde sí tuve un poco de problemas fue exportando los correos de Proton. Lamentablemente, Proton no ofrece una opción tan sencilla para exportar los correos, como seleccionar todos los correos y darle a un botón de "exportar" (así como ellos tienen la opción de importar correos de Gmail en muy pocos pasos). En este caso tocaba descargar una app, poner las credenciales de acceso y seguir unos pasos en la terminal de macOS para poder exportar la información. Fue un proceso largo y demorado, pero al final pude tener conmigo todos los datos del correo, listos para ser importados en Fastmail.
Una vez configurado mi dominio personalizado, importé los correos a Fastmail. Aquí también fue un proceso tedioso porque tenía más de 28 mil correos electrónicos que importar (correos que datan del 2009 en adelante), y para importarlos tenía que subir más o menos de a 1000 correos a la vez, ya que era posible que seleccionar una cantidad más allá de esta cifra provocara errores en la importación, algo que Fastmail aclaraba en su documentación.
Pasado el tiempo, importé todos los correos. Demorado, sí, pero no perdí información en el proceso. Luego de esto, tenía dos tareas muy importantes que realizar:
- Crear etiquetas, y etiquetar los correos para tener todo organizado.
- Eliminar correos antiguos que no eran necesarios (sobre todo newsletters)
Desde hace pocos años me volví ordenado con el tema de los correos que recibo, y soy más consciente de qué debo eliminar y qué debo conservar. Antes de eso, solo dejaba que se acumularan correos sin pena ni gloria. Empecé a eliminar los correos que no eran necesarios, y realmente fue un proceso relativamente rápido, ya que los servidores de Fastmail responden muy rápidamente a las peticiones, y en general el producto está bien optimizado. De 28 mil correos pasé a tener poco más de 12 mil, pero hay que tener en cuenta que importé correos que datan del año 2009, entonces siempre hay bastante contenido.
Luego de dejar todos los correos que merecían permanecer en la bandeja, pasé a etiquetarlos. Aquí, las búsquedas de Fastmail son increíblemente precisas y funcionan de maravilla (no como en Proton...). Fue muy fácil empezar a filtrar correos por palabras claves o remitentes, para aplicar etiquetas de forma masiva, para así no tener que ir etiquetando manualmente correos uno por uno. En este punto sí ahorré mucho tiempo.
El día a día
Ya con todo listo, empecé a usar Fastmail como cualquier otro servicio de correo, y lo que más me impresionó es que la recepción de correos era absurdamente rápida. Cuando solicitaba, por ejemplo, un correo para restaurar la contraseña de un servicio, apenas daba al botón de solicitar restaurar contraseña, no pasaban ni 3 segundos y ya tenía el correo de restablecimiento en mi bandeja. Con Proton Mail no es imaginable tener este tipo de velocidad de recepción, sobre todo por la forma en que reciben y encriptan los correos, que resulta en tiempos más prolongados para recibir un correo después de ser enviado por el remitente.
Ya iba por más de la mitad del periodo de prueba de Fastmail, y viendo lo sencillo, rápido y fiable que es el servicio, decidí definitivamente continuar y esperar a que terminara el periodo de prueba para que debitara automáticamente el dinero del plan anual. En este punto también decidí cancelar la suite de Proton.
Con cada día que pasaba, sentía esa naturalidad de usar Fastmail como si ya llevara años con el servicio, y empecé a quitarme el estigma que cargaba con Proton Mail de tener que esperar para recibir correos en mi bandeja de entrada. Fue un cambio extremo, y para bien.
¿Y la privacidad?
Para las personas como yo que se preocupan por la privacidad, este es un punto muy válido a tener en cuenta. Fastmail tiene residencia legal en Australia, y como ellos mismos lo aclaran en su página de privacidad:
Como empresa australiana, estamos obligados a responder a las solicitudes realizadas por las autoridades policiales de Australia y tenemos prohibido, según los Principios de Privacidad de Australia (sección 6), divulgar información a autoridades extranjeras. Todas las solicitudes se revisan para verificar su validez legal antes de ser procesadas. Solo respondemos a órdenes judiciales específicas relacionadas con datos de usuarios; no otorgamos ningún tipo de acceso masivo o generalizado. Nuestro informe de transparencia de datos muestra cuántas solicitudes hemos atendido cada año.
¿Esto no suena muy bien para alguien pro-privacidad, cierto? Todo indica que no, pero los casos puntuales donde se hacen solicitudes por parte del gobierno obedecen a temas de seguridad nacional, o para adelantar procesos judiciales. Me atrevo a decir que la gran mayoría de nosotros no pasaríamos por este tipo de procesos en nuestra vida; por eso mismo no habría gran preocupación en ese aspecto.
En el tema de seguridad de la información, no encontré reporte alguno de leaks o fallas en la custodia de la información que comprometiera datos de los usuarios desde 1999, fecha en que se creó el servicio, hasta la actualidad. Eso da bastante tranquilidad.
Conclusión
Decidí confiar en Fastmail como mi proveedor de correos electrónicos, ya que no encontré problemas que me hicieran desistir de adquirir el servicio. Hasta el momento estoy muy contento con lo que ofrece Fastmail. Yo tengo un dominio que uso para tener correo personalizado, y así no estar atado a un servicio puntual, y todo funciona como cabría esperar.
En este punto de mi vida, yo busco facilidad y conveniencia a la hora de adquirir productos que satisfagan mis necesidades y me ayuden a ser más productivo. Fastmail es uno de esos servicios que vale la pena porque ofrece todo lo anterior, y su precio anual no es costoso (USD 60).
Si te decides por adquirir Fastmail, te dejo abajo un link de referido con el que obtendrás un 10% de descuento en el plan anual, y que de paso a mí me beneficiará con una comisión. ⬇️
Sin correo no deseado, sin compartir con terceros. Solo tú y yo.

Discusión de miembros